dimarts, 21 de gener del 2014

El edificio-puente

Passatges bcn

Al pensar en Florencia hay una imagen que viene a la cabeza rápidamente, y en esa imagen está, sin duda, el Ponte Vecchio. Mucho más que una simple conexión entre las dos orillas del Arno, este puente ha sido escenario de la vida económica de la ciudad durante siglos.

Con gran relevancia para la vida de Florencia, se ha ido formando su personalidad con historia propia. De hecho, toma su nombre por ser el más viejo de los puentes de Florencia, además de sufrir varias fases y reconstrucciones a lo largo de su historia. La estructura original se remonta a tiempos de los romanos, y estaba construida principalmente de madera. Sin embargo, en 1933 una inundación lo destruyó, por lo que fue reconstruido doce años más tarde por Tadeo Gaddi, esta vez, completamente de piedra.
Esta nueva construcción es la que podemos visitar actualmente. Los cinco arcos iniciales que sostenían el puente fueron sustituidos por tres, al mismo tiempo que la parte central era ampliada. A lo largo del mismo se alinearon diferentes tiendas y fueron vendidas a particulares durante el siglo XV, los cuales fueron modificando la imagen del puente mediante ampliaciones y terrazas. Estando la mayoría de las tiendas a cargo de carniceros, verduleros o pescadores, es en el siglo XVI cuando fueron reemplazados por los joyeros, proporcionando de esta forma una imagen más limpia y elegante.
Este hecho tan marcado fue decisión de Cosimo de Medici, Duque de Florencia, con el propósito de conectar el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti, al que se había mudado recientemente. Para ello, ordenó a Giorgio Vasari que construyera un Pasaje sobre el puente que uniera ambos palacios. De esta manera, y con los joyeros instalados en el mismo, el olor desagradable y la suciedad desaparecieron, al mismo tiempo que el camino cobraba otro aire más "lujoso".

La fama e imagen característica de este puente le valieron para salvarse de lo que podría haber sido su destrucción. Con la retirada de las tropas Nazis en 1944, fue ordenada la destrucción de todos los puentes de la ciudad, excepto éste, por orden expresa de Hitler.
Gracias a este indulto, hoy en día podemos cruzar a la otra orilla del Arno a través de uno de los puentes de piedra con más historia en Europa. Caminando hacia el Palazzo Pitti, podemos detenernos en medio del puente para disfrutar desde una de las dos terrazas que nos ofrecen una bella panorámica de la ciudad dividida por el río.
Florencia (Italia)

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