dimarts, 17 de juny del 2014

Mare-Magnum II


Se trata de una pasarela ondulada de madera con dos aberturas, la cual se sostiene sobre el agua gracias a unos brazos de hierro. Cada hora en punto, se abre para dejar paso a las embarcaciones de recreo. Contemplar sus mecanismos sofisticados en movimiento es todo un espectáculo que vale la pena ver. 

Con 330 metros de longitud y una anchura de entre 8 y 30, la pasarela tiene una superficie de 6.000 metros cuadrados. 
El piso, incluido el del puente que se eleva en su parte medía para permitir el paso de pequeñas embarcaciones, es de tablones de madera muy resistente a los elementos y configura ligeras pendientes. El hormigón no existe. El metal y el cristal, sólo mínimamente. Pese a su función estética, casi monumental, el diseño de la pasarela ha tenido, por fuerza, que tener en cuenta las necesidades de las 300 embarcaciones amarradas en el Real Club Marítimo y el Real Club Náutico, para las que ha sido necesario prever dos pasos. 

Para las barcas de menor eslora existe uno franco, por debajo, de 15 metros de ancho. Si es un velero, el puente se abre a través de un mecanismo giratorio. La operación apenas dura 30 segundos. Algo más, cuatro minutos, tarda en abrirse el destinado a los grandes yates situado, junto al Portal de la Pau, donde una plataforma retráctil deja un espacio libre de 40 metros.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada