Isla intermitente

Passatges bcn

Uno de los aspectos más llamativos cuando recorremos Francia está relacionado con la vida de muchos de los pueblos o islas de la costa, los cuales se rigen por los calendarios de las mareas. En su costa oeste nos encontramos con una carretera que, dependiendo de su pleamar o bajamar, aparece y desaparece bajo el agua. Es el Pasaje de Gois, hasta hace unos años la única vía de comunicación entre la isla de Noirmoutier y la costa oeste francesa.

La primera referencia cartográfica de este paso aparece en 1701 y será en este siglo cuando empiece a utilizarse. Al principio, los habitantes de la isla cruzaban por bancos de arena, con los riesgos que esto conllevaba. Fue en ese mismo siglo cuando se pusieron los cimientos del actual camino y se colocaron las primeras balizas con el fin de señalizarlo y permitir a la gente ponerse a salvo en caso de que no consiguiera alcanzar la orilla a tiempo. Desde entonces ha sido reacondicionado en varias ocasiones y hasta la construcción del puente moderno en 1971, el Passage du Gois era la única manera de acceder por tierra a la isla. En la actualidad, la belleza y la excepcionalidad de este paraje hacen que cada año miles de turistas se acerquen hasta aquí para contemplar el espectáculo entre infraestructura y naturaleza a lo largo de sus 4,5km.